RESUMEN DEL CAPITULO 16
CUANDO LOS CIENTÍFICOS CONOCEN EL PECADO
En una reunión con el presidente Harry S. Truman en la posguerra, J. Robert Oppenheimer, comentó que los científicos tenían las manos manchadas de sangre, que habían conocido el pecado.
A veces se castiga a los científicos por hacer el mal y a veces por advertir de los malos usos a que se puede aplicar la ciencia.
No quiero decir con esto que la ciencia no tenga responsabilidad por el mal uso de sus descubrimientos. Tiene una responsabilidad profunda y, cuanto más poderosos son sus productos, mayor es su responsabilidad. Como las armas de ataque, las tecnologías nos permiten alterar el entorno global que nos sostiene deberían someterse a la precaución y la prudencia.
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